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¿Qué es una Ecografía Mamaria?
Una ecografía mamaria es una técnica de imagen usada para detectar tumores y anormalidades en el tejido mamario, como, por ejemplo, quistes. Una ecografía utiliza ondas sonoras para formar imágenes del interior del cuerpo. Las ondas sonoras rebotan o hacen eco en las superficies del cuerpo que se graban y transforman en vídeos o fotografías.
¿En qué consiste una ecografía mamaria?
Antes de una ecografía mamaria, un médico habrá realizado un examen físico del seno. Luego tendrás que desvestirte de la cintura para arriba y acostarte en la camilla de examen. Se aplica un gel transparente en el seno que se está examinando. Este gel es inofensivo y ayuda a que el ultrasonido produzca imágenes más claras. Se aplica un instrumento de sonda similar a una paleta en la mama y se mueve a través de ella. La prueba durará entre 10 y 20 minutos. Una vez que las imágenes relevantes se han grabado, se elimina el gel y el procedimiento se completa.
¿Por qué se hace una ecografía mamaria?
Una ecografía de las mamas se realiza con mayor frecuencia si se encuentra una protuberancia sospechosa en la mama. Esta protuberancia podría ser un signo de cáncer de mama y una ecografía ayudará a determinar si se trata de un tumor o de un quiste lleno de líquido. Aunque una ecografía mamaria puede detectar un tumor, no es capaz de determinar si es canceroso o no. Se realizará una biopsia para determinar esto, que también puede ser guiada por ultrasonido.
Preparación para una ecografía del seno
No se requiere preparación para una ecografía mamaria, sin embargo, se recomienda no aplicar perfumes o lociones en la piel del seno. También podría ser útil usar un traje de dos piezas para que desvestirse sea más fácil.
¿Cómo se siente durante una ecografía del seno?
Una ecografía mamaria es indolora, sin embargo, puedes sentir frío por el gel que se aplica.
¿Qué significan los resultados anormales?
Las imágenes de la ecografía son en blanco y negro, por lo que una protuberancia o anormalidad generalmente aparecerá como una mancha oscura. Resultados potenciales de una ecografía mamaria:
Un tumor canceroso se examinará más a fondo, por lo general, mediante una resonancia magnética y luego una biopsia. Estas pruebas adicionales confirmarán si el tumor es canceroso o no.
¿Cuáles son los distintos tipos de ecografía ginecológica?
De acuerdo con el equipamiento técnico con el cual se realice, hay dos tipos de ecografía ginecológica: transabdominal y transvaginal. Cuando el médico solicita una ecografía Doppler ginecológica se agrega el efecto Doppler a la ecografía estándar.
La ecografía ginecológica es un método de diagnóstico por imágenes en el que se utilizan ondas de ultrasonido para explorar los órganos reproductivos femeninos: el útero y el cuello del útero (cérvix), los ovarios, las trompas de Falopio y la vagina. Cuando la ecografía se realiza para el seguimiento del embarazo, se denomina ecografía obstétrica y tiene otras finalidades.
Los principios del método son los mismos que para todas las ecografías. De manera muy resumida: se utiliza un transductor-receptor, que emite ondas de alta frecuencia (o ultrasonido) y recibe el “eco” que generan al rebotar a su paso por los diferentes tejidos y órganos. Las ondas captadas son transmitidas a una computadora, donde se convierten en imágenes visibles en una pantalla, en escala de grises. Para conocer más acerca del método puede consultar la nota: “¿Qué es una ecografía?“
Según el transductor que se utilice, existen dos tipos de ecografía ginecológica:
- Ecografía transabdominal: muchas veces indicada por el médico simplemente como ecografía ginecológica. Se emplea un transductor externo, que se apoya suavemente y se desliza sobre la piel del abdomen bajo y la pelvis, previa aplicación de una capa delgada de un gel incoloro para facilitar el desplazamiento del transductor y eliminar el aire interpuesto, que puede reducir la calidad de las imágenes.
- Ecografía transvaginal: se realiza con un transductor interno, especialmente diseñado, que se introduce suavemente en la vagina. Este transductor tiene un diámetro ligeramente superior a un tampón y se utiliza siempre con un protector de látex nuevo, que se descarta al finalizar cada estudio. Además, se aplica una delgada capa de gel transparente a dicho protector, para lubricarlo y que cualquier molestia sea mínima.
Cuando a la ecografía se agrega el “efecto Doppler”, se obtiene información sobre la velocidad y el flujo de sangre en los órganos ubicados en la cavidad pelviana. Este estudio se conoce como ecografía Doppler ginecológica o transvaginal.
Ambos tipos de ecografía ginecológica, transabdominal y transvaginal, tienen en común que:
- Son completamente indoloras,
- Se realizan de manera ambulatoria en un consultorio, y al terminar continúa con su vida cotidiana normal,
- No se requiere ningún tipo de sedación ni anestesia,
- No se requiere estar en ayunas,
- Son seguras, debido a que no se usa radiación ionizante (rayos X)
- Se completan rápidamente, en pocos minutos,
- Permiten evaluar las características morfológicas de los órganos en la pelvis (tamaño, forma, posición, espesor), la presencia y la posición del dispositivo intrauterino (DIU), la presencia de masas o tumoraciones anormales, así como de líquido en la pelvis o sus órganos, y contribuyen al diagnóstico de embarazo ectópico o infecciones.
¿En qué difieren estos dos tipos de ecografía ginecológica, más allá del transductor?
Además de la clase de transductor empleado, hay diferencias en la preparación y algunos usos médicos más específicos.
Preparación para la ecografía ginecológica o transabdominal
Se le solicitará beber tres o cuatro vasos de agua o líquido por lo menos una hora antes de la cita programada, y no vaciar la vejiga hasta terminar el estudio. El motivo es que el útero y los anexos se encuentran detrás de la vejiga y es difícil visualizarlos; debido a que las ondas de sonido atraviesan mejor el líquido, las imágenes mejoran notablemente con la vejiga llena. Además, la vejiga llena desplaza las asas de intestino que también puede interponerse en el recorrido de las ondas de ultrasonido y disminuir la calidad de las imágenes por la presencia de gases intestinales.
Preparación para la ecografía transvaginal
La ecografía transvaginal no requiere ninguna preparación especial, es decir que no es necesario beber agua previamente; inmediatamente antes de realizar el estudio, se le solicitará que evacúe la vejiga.
Usos: ¿qué detecta la ecografía transvaginal?
La ecografía transvaginal permite visualizar mejor los órganos internos femeninos, sin interposición de la vejiga, desde ángulos que no pueden obtenerse con el transductor transabdominal. Es especialmente útil, entre otras indicaciones, para evaluar el endometrio (capa interna del útero) y el cuello uterino (cérvix), y para determinar la reserva ovárica y la presencia de patología en los órganos pelvianos, en las consultas sobre fertilidad. Se ha convertido además en la herramienta fundamental para monitorear el tamaño de los folículos ováricos, en los protocolos de fertilización in vitro (indica el mejor momento para aspirar el óvulo.
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